Proyecciones del Ser

Proyecciones Del Ser

Las múltiples caras que emergen y se superponen son reflejos de una misma identidad que se desdobla. Representan los distintos “yo” que habitan en una persona: pensamientos contradictorios, memorias, emociones que chocan y conviven dentro de la mente.

• La Nariz Como Instinto

La nariz, repetida y prominente, simboliza el olfato vital, la intuición que guía a la persona en medio del caos. Es el sentido que conecta lo interno con el mundo externo, la capacidad de presentir y percibir caminos invisibles.

• Espirales y Caracoles:

Las formas en espiral sobre las cabezas recuerdan a caracoles o fósiles. La espiral es símbolo de tiempo y evolución: ciclos internos, pensamientos que giran y regresan, pero también expansión y crecimiento. A la vez, la concha sugiere una protección: vivir dentro de uno mismo.

• Colores y Emociones:

• El rojo profundo es pasión, sangre, energía vital, pero también angustia, fuego interior y desgarro.

• Los azules oscuros en los rostros contrastan con calma, introspección, un mundo más mental y frío.

• La obra respira tensión entre estos dos polos: el calor de la emoción y la frialdad del pensamiento.

• Movimiento y caos interior:

El flujo circular conecta las dos cabezas, como un lazo infinito, una mente que gira sobre sí misma. Las texturas densas y gestuales transmiten tormenta interior, un mar de sensaciones en constante transformación.

• Interpretación:

La pintura puede leerse como un viaje hacia adentro: un ser atrapado entre sus múltiples voces, buscando sentido en el espiral de su propia mente. Es la representación de la lucha interna entre intuición, memoria y emoción; un retrato del alma fragmentada, en movimiento perpetuo.